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Serie ¡Y DALE CON LA ECONOMÍA VERDE! – No. 4: La pérdida de la vida no se puede “compensar”

LOS PLANES DE LA LUNDING GOLD Y CONSERVATION INTERNACIONAL

Hace pocos días, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, suscribió el Convenio de Cooperación con Aurelian Ecuador S.S. (subsidiaria de Lundin Gold), Conservación Internacional Ecuador y el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible, con el objetivo de efectivizar un pago de 33.000 dólares anuales por tres años consecutivos, por “compensación por pérdida de biodiversidad” a ser ejecutado en el Refugio de Vida Silvestre El Zarza que se encuentra cerca de la zona de influencia del proyecto minero Fruta del Norte (1).

Lundin Gold ha sido muy cuestionada a nivel nacional e internacional, porque la empresa no dudó en hacer negocios en Sudáfrica durante el régimen del Apartheid, y ha sido acusada por complicidad en crímenes contra la humanidad en Sudán (2). En Ecuador, el contrato del proyecto Fruta del Norte fue firmado a pesar de las graves observaciones de irregularidades identificadas por la Contraloría General del Estado (3).

Por otro lado, el Refugio de Vida Silvestre El Zarza, ubicado en la Cordillera del Cóndor, provincia de Zamora Chinchipe. Esta Cordillera es un lugar emblemático para el Ecuador. Tanto desde el punto de vista histórico, por su alta diversidad de flora y fauna, como por ser el territorio ancestral de los pueblos indígenas Shuar, Achuar y Shiwiar y un lugar donde viven comunidades colonas campesinas. Esta zona de la Amazonía Sur tiene gran riqueza biológica por lo que se han establecido allí varias áreas de protección especial (4). Sin embargo, a pesar de ser una zona tan frágil, está siendo intervenida y afectada por varios proyectos mineros (5).

El Zarza representa el mejor ejemplo de cómo las empresas transnacionales tienen la capacidad de incidir en las políticas ambientales del país. Fue así como, en septiembre del 2011, el MAE presentó las coordenadas para los Límites del Refugio de Vida Silvestre el Zarza en campo, a ARCOM y a las empresas mineras CONDOR GOLD y Aurelian Ecuador, quienes aceptaron (6) a través, del Acta Definitiva de Mutuo Acuerdo los límites definitivos entre el Refugio de Vida Silvestre El Zarza y las concesiones mineras.

La presencia de la minería a gran escala resulta una gran amenaza para la vida en la Cordillera del Cóndor. Se sabe que la extracción de oro, plata, cobre provoca deforestación, contaminación del suelo, aire, de los ríos con metales pesados y otras sustancias que acaban con la vida. Ante esta realidad, resulta un escándalo que la empresa minera Aurelian Ecuador, que ya explota del yacimiento de Fruta del Norte, ahora se declara ser la protectora del ambiente porque paga para “compensar” la pérdida de la biodiversidad que provoca.

Las “compensaciones” en lugar de favorecer la protección de la vida, lo que hacen es justificar que se acabe con ella. Son tan perversas que permite que se pueda acabar con las poblaciones de un determinado árbol, o extinguir una especie de pájaro, destruir con el hábitat de una rana o de un mono, con el argumento de que se está “ayudando a conservar” algo parecido en otro lugar. Está claro que Aurelian (Lundin), mediante este acuerdo con el Estado, podría estar justificando la “pérdida de biodiversidad” en Fruta del Norte porque ha pagado por ayudar a conservar El Zarza.

La “compensación por pérdida de biodiversidad” es muy utilizada por mineras, petroleras, y otras empresas destructivas. Suelen comprar o pagar por “certificados de compensación” de biodiversidad, de carbono, de agua, y luego alegan que en sus operaciones hay “cero deforestación neta”, “cero destrucción de la biodiversidad neta” “cero emisiones de carbono netas”, “cero daños netos” (7). Algunas mineras inclusive son tan cínicas que dicen que han “mejorado y aumentado la biodiversidad”. Y hasta pueden hacer negocios y tranzar con estos certificados en el sistema financiero.

Esta es otra estratagema más de la economía verde y debe ser denunciada y rechazada, y las comunidades locales alertadas por el peligro que conlleva al permitir la destrucción de los bosques, el agua, los suelos, la contaminación del aire, y otros impactos negativos sociales y ambientales.

La “compensación por pérdida de biodiversidad” se basa en la presunción de que el daño ecológico provocado en un lugar puede compensarse protegiendo biodiversidad en otra parte. “Esta premisa le permite a una empresa exceder los límites de contaminación o eludir la prohibición de destruir” (7). Así resulta una estrategia capitalista para que el modelo extractivista continúe y que las empresas queden en la impunidad cuando vulneran los derechos de la naturaleza. Es un vulgar ambientalismo de mercado, pero nuestras abuelas le llamarían además a esto: una alcahuetería.

ACCIÓN ECOLÓGICA
28 de junio de 2021

REFERENCIAS

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