CAMPESINOS DE SAN LORENZO Y EMPRESAS PALMICULTORAS
Desde hace algunos años, hubo una fiebre de compra de tierras en el cantón San Lorenzo, ubicado en la zona norte de Esmeraldas. Estas eran compradas por los negociantes de la tierra, a precios bajos, para luego venderlas a las empresas palmicultoras, a un mayor precio. En otros casos, especialmente en la zona de Ricaurte, eran los mismos empresarios, quienes compraban la tierra, directamente a los campesinos, a precios inferiores a los pagados a los intermediarios.
A través de estos mecanismos las empresas han ido «adquiriendo» para sí, los derechos posesorios de campesinos y colonos, además de ocupar zonas de patrimonio del estado. Que suman, aproximadamente, 30 mil hectáreas de bosques de la zona.
Duración del conflicto | 1999-2001 |
Ubicación | Cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro, zona norte de la provincia de Esmeraldas |
Población afectada | Campesinos afro-ecuatorianos y mestizos |
Iniciadores del conflicto | Compañías palmícolas: Palmera de los Andes, Agrícola San Lorenzo, Ecuafincas, Hacienda Teobrama, Aiquisa, Palesema, Ales, La Fabril |
Actores locales | Frente de Defensa de los Campesinos de San Lorenzo y campesinos de San Lorenzo y Eloy Alfaro |
Autoridades involucradas | Ministerio del Ambiente, Gobernación de Esmeraldas, Defensoría del Pueblo (Pichincha) |
Bienes ambientales comprometidos | Bosques, biodiversidad, suelos, fuentes de agua |
En febrero de 1999, miembros de la directiva del Frente de defensa de los Campesinos de San Lorenzo, conjuntamente con otros 150 campesinos de los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro, denunciaron la devastadora tala de bosques primarios y secundarios emprendida por las palmicultoras para implementar en esas 30 mil hectáreas, monocultivos de palma africana. Este proyecto inició en 1998, y hasta el momento, se han talado aproximadamente 4.550 hectáreas de bosque, 2.500 de las cuales corresponden a bosque primario.
LAS EMPRESAS PALMICULTORAS
Palmera de los Andes (que opera en la vía férrea San Lorenzo-Ibarra, cerca de los esteros Najurungo y Panadero y es causante de la destrucción de unas 800 hectáreas de bosques. Viene realizando esta actividad, alrededor de 30 años, en la zona de Quinindé, provincia de Esmeraldas y Shushufindi (en la región amazónica). Su proyecto implica la deforestación de 4.600 hectáreas en total.
La empresa Agrícola San Lorenzo, opera en el sector Ricaurte (en la vía San Lorenzo-Ibarra) y es responsable de haber talado 850 hectáreas. Lleva 56 años de operación en la zona de Santo Domingo de los Colorados. Su proyecto transformaría un total de 5.000 hectáreas de bosque.
La Fabril (Palmera del Pacífico), opera en los sitios de Carondelet, Santa Rita y San Francisco y desmanteló 600 hectáreas. Su proyecto es transformar en monocultivo de palma 947 hectáreas en total.
La Compañía Hacienda Teobrama, opera en la zona de Ricaurte, sector de labor es Mataje, y es responsable de la deforestación de 250 hectáreas y tiene el proyecto de realizar las plantaciones en un total de 850 hectáreas.
La compañía Aiquisa (Agroindustrial Quinindé), opera en el sector de Boca y ha talado 650 hectáres de bosque. Su proyecto es de 2000 hectáreas en total. Tiene una trayectoria de 20 años en el cultivo de palma en el cantón Quinindé (en la misma provincia de Esmeraldas).
La empresa Ecuafinca, que opera en la vía Mataje hasta el estero Molinita, es la responsable de la destrucción de 400 hectáreas. Opera desde hace 7 años en la Concordia y Puerto Quito (nor-occidente de Pichincha) . Su proyecto implica la deforestación de 1.180 hectáreas.
La compañía Palesema, opera en la zona Campanita-Mataje, sector Robalino, en la vía San Lorenzo-Ibarra, destruyó 600 hectáreas y su proyecto implica deforestar un total de 750 hectáreas.
Ninguna de estas empresas cuenta con permiso para talar bosques, operan sin planes de manejo ambiental y sin consultar a las comunidades locales. Talan y continuan talando, indiscriminadamente especies maderables y no maderables.
Entre las especies taladas en Esmeraldas en los últimos años, se incluyen los siguientes árboles de maderas valiosas: guayacán (Tabebuia chrysantha), chanul (Humiriastrum procerum), tillo (Brosimun alicastrum), sande (Brosimun utile), damagua (Poulsenia armata), mascarey (Hyeronima alchorneoides), tangaré (Carapa guianensis), guión (Pseudolmedia laevis), chalviande (Virola sebifera), laguno (Vochysia ferruginea), maría (Calophyllum brasiliense), matapalo (Ficus insipida), anime (Dacryodes olivifera), cedro (Cedrela odorata), cedrillo (Tapirira guianensis), pambil (Iriartea deltoidea), balsa (Ochroma sp.).
Entre las especies no maderables se pueden mencionar: tagua (Phytelephas aecuatorialis), chapil (Jessenia bataua), caña guadua (Guadua angustifolia), guarumo (Cecropia sp.) y otras.
El número aproximado de bosques talados no incluyen las tierras agrícolas arrasadas por cada una de las empresas mencionadas.
LOS RIESGOS DE LA TALA DE BOSQUES Y LA PALMICULTURA
ACCIONES Y ESTRATEGIAS TOMADAS POR LOS AFECTADOS
Las organizaciones campesinas de San Lorenzo, denunciaron esta deforestación ante la oficina técnica forestal de San Lorenzo. Esta dependencia, presionada, además, por los madereros que se veían afectados por la magnitud de la deforestación y pedían la inspección de los proyectos palmícolas, verificó en el sitio, la tala mencionada y recomendó la instauración de un juicio forestal contra las empresas. Pese a lo cual, el Ministerio del Ambiente no se pronunció ni tomó medidas concretas para detener la deforestación.
Los pobladores también presentaron la denuncia ante la Gobernación de Esmeraldas, pero sin mayor resultado.
Buscando otro camino que permita detener la deforestación, contactaron con la Corporación de Defensa de la Vida, CORDAVI, y con el acompañamiento de esta entidad, interpusieron una petición de amparo constitucional, ante un juez de Pichincha, a fin de solicitar lo siguiente:
Las acciones legales emprendidas, tomaron como fundamento derechos constitucionales sobre el interés público de los bienes ambientales, la prevención de la contaminación y destrucción ambiental, la preservación de la biodiversidad, el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y equilibrado, la garantía constitucional de seguridad pública y el derecho de bienestar social, equilibrado y sustentable.
EFECTOS Y RESULTADOS
Uno de los principales logros ha sido la difusión de este conflicto y el haber solicitado medidas concretas a las distintas autoridades ambientalistas y judiciales, para detener la deforestación.
También se ha comprobado la destrucción y ocupación ilegal de tierras que pertenecen al Bloque 15 del Patrimonio Forestal del Estado.
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