Resistiendo la REDDificación de Mesoamérica y Defendiendo la Vida

Alianza Mundial de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales sobre Cambio Climático contra REDD y por la Vida

REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación forestal) en Mesoamérica podría resultar en el acaparamiento de más de la cuarta parte de la región según estos apuntes para un diagnóstico regional. Tan solo MesoCarbon, apenas una de las muchas hebras de REDD, quiere acaparar más de 50 millones de hectáreas de un total de 257 millones de hectáreas, es decir, casi 20% de la región. Si a eso se le añade las otras formas propuestas de REDD+ que incluye los suelos y la agricultura, tales como los cafetales. los monocultivos del agronegocio,v las plantaciones de árboles y los cultivos para agrocombustibles como la palma africana, la agroecología, las áreas protegidas enmarcados en y fuera del Corredor Biológico Mesoamericano, y REDD Azul en las costas y los manglares, se salta a la vista que estamos ante la REDDificación de casi toda Mesoamérica.

Cabe señalar que Mesoamérica no es ninguna excepción en cuanto a la propuesta REDDificacion masiva de territorio. La mal llamada “REDD Indígena” pregonado por World Wildlife Fund (WWF) y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Doha, Qatar en diciembre 2012, pretende abarcar 200 millones del total de 800 millones hectáreas de la Amazonia, es decir, 25% del bioma más importante y estratégico del planeta; la cuarta parte de “los pulmones de la tierra”; 12% de los bosques tropicales del mundo y casi todo el territorio titulado de Pueblos Indígenas amazónicos, garante fundamental de su sobrevivencia.

Demuestra lo avanzado y ambicioso que es el tsunami REDD que hasta la extensión de los proyectos pilotos propuestos de COICA rebasa el tamaño de algunos países pequeños como Bélgica. En Doha, COICA presumió estar en el proceso de designar unas 4,882,500 has como proyectos pilotos de REDD Indígena.

Mientras tanto, en África, REDD+, los bonos de carbono, los agrocombustibles y los cultivos de exportación, están impulsando grandes despojos de tierra. Ya se han detectado iniciativas de REDD que intentaron acaparar 100% de la República Democrática de Congo y 33% de Mozambique. Estos porcentajes alarmantes pueden aumentarse aún más si se toma en cuenta que, igual que en Mesoamérica, las plantaciones ya existentes, así como los cultivos de agrocombustibles y los productos agrícolas para exportación pronto podrían convertirse también en proyectos de compensación de carbono.

Los expertos están advirtiendo que tres cuartas partes de la población de África y dos terceras partes de sus tierras están en riesgo de ser despojados y que REDD+ puede crear «generaciones de personas sin tierra.» En África, REDD+ se está perfilando como una nueva forma de colonialismo, de subyugación económica y un impulsor de despojos de tierra tan masivos que podría constituir un despojo del continente.

Actualmente REDD+ es una obra geopolítica macro en proceso. Está en la etapa inicial de formular políticas internacionales y nacionales, implementar proyectos pilotos, y transformar la jurisprudencia correspondiente. Sin embargo, no cabe duda que si REDD se lleva a cabo en Mesoamérica en la escala masiva pretendida resultará en un despojo histórico comparable a la invasión de los europeos hace 511 años, el genocidio cultural de Pueblos Indígenas, una contra-reforma agraria y un retorno al latifundismo más cruente caracterizado por el peonaje y la esclavitud.

Pero semejante despojo de territorio no va a ocurrir sin represión cruente y sangrienta. Las matanzas de campesinos y otras violaciones severas de derechos humanos en Aguán Bajo, Honduras, ahora conocido como “el Valle de la Muerte,” ligados al proyecto de compensaciones de carbono del Mecanismo de Desarrollo Limpio de plantaciones de aceite de palma africana para agrocombustibles, muestra el tipo de represión que REDD puede conllevar a Mesoamérica. De igual manera, el desalojo violento para un proyecto de carbono forestal de la New Forest Company de más de 22,000 campesinos por las fuerzas de seguridad en Mubende, Uganda, donde Friday Mukamperezida, un niño de ocho años, murió cuando su casa fue quemada, también demuestra la escala masiva de la posible represión. REDD no pinta nada bien para América Central.

Además, el hecho que se quiere implementar REDD, una falsa solución a cambio climático en Mesoamérica, uno de las regiones más vulnerables al cambio climático en el mundo como mostró Huracán Mitch, no solo rebasa la ironía, sino también constituye un crimen de lesa humanidad.

Por todas estas razones, REDD representa una verdadera emergencia para los derechos y la sobrevivencia de los campesinos, los Pueblos Indígenas, las mujeres, la juventud y la niñez así como para el medio ambiente y la vida misma. Obviamente es urgente trazar e implementar una estrategia de resistencia integral, creativa y fiera.

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