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Nuestra lucha no se ha detenido #1eroLaVida

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Este primero de mayo de 2020 lo vivimos bajo las condiciones impuestas por la emergencia sanitaria relacionada con el Covid-19 y el estado de excepción vigente en el país. Se trata de una realidad provocada por el nivel extremo de deterioro de la naturaleza y explotación de los seres humanos, en nombre de la acumulación de riqueza por parte de las élites económicas y políticas.

Las luchas históricas por el derecho al trabajo digno y las demandas de justicia y reparación para los pueblos, los territorios y la naturaleza, hoy se encuentran atravesadas de este nuevo contexto, sacando provecho del mismo para debilitar importantes avances en derechos. Así, desde que empezó la cuarentena, empresas mineras, palmicultoras y otras ingresan y se expanden en zonas donde la resistencia social no les había permitido; las operaciones petroleras en la Amazonía avanzan expandiéndose irresponsablemente con la amenaza de contagio a los pueblos que podrían ser fatalmente afectados en esta nueva avanzada colonial. Los despidos en el agronegocio se multiplican, así como las denuncias de maltrato y explotación laboral. Todo esto ocurre mientras se evidencia el deterioro del sistema público de salud, y al mismo tiempo se paga 324 millones de dólares a cuenta de deuda externa

Estamos ante un Estado que decide dejar hacer, dejar pasar: flexibiliza los controles que permiten garantizar los derechos, pero protege al capital.

Tanto es así, que se acaba de aprobar un nuevo Tratado de Libre Comercio, esta vez con la Asociación Europea de Libre Comercio -EFTA; y se pretende interpretar el artículo 422 de la Constitución para ofrecer a las empresas transnacionales la posibilidad de demandar al Ecuador en tribunales de arbitraje regidos por normas comerciales y que reciban por esta vía millonarios pagos. Sin embargo, todo esto no es suficiente. El ejecutivo se encuentra presionando a la Asamblea para reformar el Código de Planificación y Finanzas Públicas, con el objetivo de aumentar las competencias del Ministerio de Finanzas para limitar un incremento del gasto público, tan necesario en las actuales circunstancias para garantizar la alimentación y atención en salud de la población. Mientras, se posibilita contar con fondos para el pago de laudos arbitrales.

Claramente un plan anti humano y anti natura que contraría el esfuerzo de la población para reconstruir las bases de sostenibilidad de la vida en el país.

Pero vamos a salir. Nuestra mirada y palabra se expresa en las propuestas y demandas hechas desde los pueblos indígenas, el parlamento de mujeres, el movimiento por la agroecología y la producción campesina, lxs servidorxs de la salud.

¡Primero la vida!

Acción Ecológica


1 de mayo, 2020

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