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Las tecnologías moleculares en la COP16

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Basado en Jim Thomas A Tale of Two CBDs  – “Scan the Future”

Uno de los temas importantes que se abordó en la última Conferencia de las Partes del Convenio de Biodiversidad estuvo relacionado con la biotecnología y las nuevas tecnologías moleculares. El tema se abordó en distintos espacios y grupos de trabajo, incluyendo las negociaciones del Protocolo de Cartagena.

Están los negociadores de los estados y ONG que han seguido las negociaciones del Convenio de Biodiversidad (CBD), desde hace décadas, y que están en la “cultura COP”, y los recién llegados, la mayoría de las 16.000 personas que fueron a la “zona azul” donde se llevan a cabo las negociaciones formales.

En la agenda clásica del CDB se debaten principios de equidad, se presiona para que se aborden los aspectos socioeconómicos de las crisis ecológicas. En el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología (que obliga a evaluar los riesgos de los OGM), fue un proceso que se consiguió no sin pocas dificultades y forcejeos.

El modo clásico del CDB es donde se han dado moratorias sobre semillas terminator y geoingeniería, directrices de evaluación de riesgos, fuertes declaraciones contra los árboles transgénicos e impulsores genéticos, y otras decisiones multilaterales. Esta agenda heredada sigue avanzando.

Como el “CDB clásico” nunca ofreció muchas ventajas a las grandes empresas, el CDB se consideraba un remanso de paz en comparación con, por ejemplo, las COP sobre el clima que son tan favorables a las empresas-CDB 4.0

Pero en Cali se estaba celebrando un tipo diferente de COP: una feria eco-comercial neoliberal al estilo de Davos combinada con comités de establecimiento de normas para habilitar mercados emergentes de biodiversidad y dispositivos de alta tecnología de próxima generación.

“CBD 4.0” resume un nuevo espíritu que no solo apareció en torno a la “Cumbre por la Naturaleza” de Montreal de 2022 con su destacado Marco Mundial de Biodiversidad Kunming – Montreal (KMGBF), sino que ciertamente cobró impulso en ese momento.

A partir de Montreal, una nueva multitud de ONG, grupos financieros y filántropos “verdes” más jóvenes y mejor financiados aparentemente “descubrieron el CDB”. Se concentraron en torno a una agenda de financiarización de la biodiversidad con compensaciones de biodiversidad “positivas para la naturaleza”, objetivos de conservación 30×30, canjes de deuda por naturaleza y nuevas y brillantes tecnologías digitales y genómicas (o “soluciones innovadoras”, como algunos prefieren llamarlas).

La agenda del CDB 4.0 genera una bienvenida energía juvenil, pero también atrae a personas que están muy interesadas en los números, en particular cuánto dinero se está prometiendo para la “naturaleza”, que ahora es algo medible como el “carbono”.

En el marco del CDB 4.0, la palabra “naturaleza” está escrita con colores brillantes en los carteles de las organizaciones que muestran jaguares y pueblos indígenas. La teoría del cambio para los evangelistas del CDB 4.0 es que aumentar las donaciones –y algo llamado “ambición” para salvar la “naturaleza”– también nos acercará a salvar el “clima” a través de las llamadas “soluciones basadas en la naturaleza”. La métrica para medir esta salvación son los miles de millones de dólares prometidos para la “conservación” (principalmente para cercar tierras), incluido el dinero que se destinará a un nuevo fondo de biodiversidad.

Los creyentes del CDB 4.0 también esperan que un pequeño impuesto sobre las secuencias genómicas digitales genere una ganancia inesperada para el “crecimiento verde” y también para la “naturaleza”. En el camino, están surgiendo nuevos mercados lucrativos y nuevas empresas tecnológicas en el campo del monitoreo de la biodiversidad, la restauración de ecosistemas y las tecnologías “positivas para la naturaleza” (gestionadas por una Inteligencia Artificial – que consume mucha energía), que ofrecen trabajo a jóvenes entusiastas de la ecología y, potencialmente, “finanzas de biodiversidad” para las empresas.

Este grupo neoliberal, financiado por Bezos, Gates o similares, está aquí para hablar de transferencia de tecnología, creación de capacidad para el desarrollo, objetivos y financiación. Sus eventos paralelos son mucho más animados y entusiastas que el de los partidarios clásicos del CDB.

En las negociaciones de biotecnología, se conformó un grupo de países: CANJAB –Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Argentina y Brasil– aunque el Reino Unido también está entre ellos) que obedecen a los intereses de la biotecnología y la agroindustria, que debilitaron algunos avances que se habían dado en negociaciones anteriores. Por ejemplo, se archivó un acuerdo previo para encargar directrices sobre la evaluación de riesgos para los peces transgénicos.

Al mismo tiempo, desde el “comité de cumplimiento” del “Protocolo de Cartagena” se intentó que las Partes reconocieran públicamente que los cultivos editados genéticamente son, de hecho, legalmente considerados como “organismos vivos modificados” según el protocolo y no deberían estar exentos de regulación, pero el grupo CANJAB no lo permitió, y lograron un texto que posterga por dos años cualquier discusión adicional sobre este punto (cuando los países hayan ya adoptado políticas desreguladoras a estos organismos).

Otro tema estuvo relacionado con la Información de Secuencia Digital (DSI por sus siglas en inglés), como se llama en la jerga del CDB a las versiones digitales del código de ADN almacenadas en sus millones de bases de datos en la nube, o utilizadas para entrenar modelos comerciales de inteligencia artificial.

En el enfoque clásico del CDB se habla de ABS (Acceso y distribución de beneficios), un concepto que tenía algunos problemas, pero estaba motivado para enfrentar la biopiratería. El Protocolo de Nagoya las empresas que acceden a material genético, para uso comercial, deben aceptar pagar un beneficio a los administradores originales.

Sin embargo, cuando los genes y las secuencias comenzaron a digitalizarse y enviarse por correo electrónico, ese acuerdo quedó obsoleto, por lo que se necesitaba un nuevo mecanismo.

Ahí entra el CDB 4.0. La respuesta neoliberal fue la creación de un gran fondo multilateral (probablemente voluntario) al que los usuarios de secuencias digitales (como las empresas farmacéuticas, de inteligencia artificial y biotecnología) puedan donar algunos centavos. Ese fondo se destinará a las comunidades indígenas o, de alguna manera híbrida. El dinero incluso podría destinarse a la transferencia de tecnología o la capacitación en biotecnología como un “beneficio no monetario”.

En Cali, un grupo de contacto de cientos de delegados se reunió todos los días durante horas –y a veces todo el día y la noche– para pulir los detalles de este nuevo fondo y mecanismo multilateral, con la esperanza de acceder a dineros de este fondo.

El otro tema fue la biología sintética. En el CDB, la “biología sintética” se incluye los organismos sintéticos, la edición genética, los impulsores genéticos, los aerosoles de ARNm y más. Este tema ha sido abordado en la “agenda clásica”, desde la precaución, la regulación y la supervisión, y la industria ha repetido insistentemente que estos nuevos organismos no cumplen con los criterios técnicos para que sean considerados como “temas nuevos y emergentes”.

Las Partes establecieron un innovador proceso de análisis, evaluación y monitoreo del horizonte en la COP15 en Montreal, cuyo objetivo era identificar nuevos problemas y amenazas y elevarlos para su evaluación y la adopción de medidas políticas, lo que fue abordado por un grupo de expertos multidisciplinario que trabajó por dos años un proceso detallado y que concluyó que el CDB necesitaba examinar más de cerca cinco áreas, entre ellas la inteligencia artificial y las vacunas virales autopropagantes para la vida silvestre.

En lugar de implementar estas recomendaciones, la CANJAB y el Reino Unido denigraron y marginaron por completo el trabajo de este grupo de expertos y forzaron un giro en las negociaciones hacia la agenda del CDB 4.0.

Al introducir un “plan de acción temático” sobre creación de capacidad y transferencia de tecnología, la CANJAB y el Reino Unido elaboraron un paquete de promoción industrial para la biología sintética, posicionando a la biotecnología como la fuente de “soluciones innovadoras” brillantes, que podrían coincidir con los objetivos del Marco Global de la Biodiversidad y, por lo tanto, ser elegibles para recibir financiación.

Con la mirada puesta directamente en los nuevos fondos para DSI y el Fondo Marco Mundial para la Diversidad Biológica, que surgieron a partir de la implementación del Marco Global de la Biodiversidad Kunming – Montreal, la gente de la CANJAB logró que los gobiernos africanos y de otros países del Sur se pusieran de su lado con una promesa general de fondos para la creación de capacidad y la eventual transferencia de nuevas tecnologías de biología sintética para sus economías, presionaron para que se elimine el análisis del horizonte, la evaluación y el seguimiento, lo que no consiguieron cuando algunos países insistieron en mantenerlo.

Como compromiso, se convocará a otro grupo de expertos más técnico para repetir una vez más el ejercicio de exploración del horizonte y, una vez más, recomendar elementos para la evaluación.

Una de las cosas que llamó la atención fueron las tecnologías especulativas y financieras “radicales” que se exhibieron en los eventos paralelos y los stands de exhibición. Una presentación animada fue el XPRIZE Rainforest (una «competencia» de 5 años y 10 millones de dólares para mejorar la comprensión de los ecosistemas de la selva tropical), que mostró equipos de exploradores, enjambres de drones, robots, sondas genómicas, muestreadores acústicos y cámaras de reconocimiento facial que implementan monitoreo y vigilancia de IA en tiempo real en territorios indígenas, con el fin de asegurar nuevos créditos de biodiversidad para los mercados financieros.

Los desarrolladores de impulsores genéticos presentaron ratas y caracoles modificados genéticamente como nuevas aplicaciones de la tecnología genética en expansión. Las empresas privadas ofrecieron pagar a las comunidades para que recogieran muestras continuas de suelo, agua y aire para la secuenciación genómica para alimentar sus plataformas de «biología generativa» para que puedan vender nuevas proteínas generadas por IA a Proctor & Gamble.

Se produjo un macabro desfile tecnológico, empresas emergentes, bancos, grupos comerciales y otros tipos corporativos “disfrazados de Naturaleza” seguían ofreciendo restauración de ecosistemas, compensaciones de biodiversidad, ADN electrónico y más a los aturdidos delegados de los países que se adentraban en territorio tecnoutópico desconocido.

No hay que olvidar sin embargo, que hubo una tercera COP, la de los pueblos, donde se debatieron los temas que importan de manera profunda a las comunidades, las verdaderas guardianas de la naturaleza y la biodiversidad.

El texto original completo se puede leer AQUI: A Tale of Two CBDs-Trick or Treat at COP16

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