Skip to main content

7. INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL ECUADOR

SERIE: ¿Qué les espera a los pueblos y la naturaleza en el 2025?

Durante el pasado debate electoral, previo a las elecciones de presidente, varios los candidatos presidenciales expresaron su interés en la expansión de la Inteligencia Artificial (IA) en el país. Pero parecía que no entienden lo que es la Inteligencia Artificial o peor aún, no se preguntaron sobre las consecuencias sociales y ecológicas de su generación y sus aplicaciones a gran escala en el país. Porque no siempre las nuevas tecnologías, incluidas las digitales, son buenas per se. 

grosso modo, las Inteligencias Artificiales (en plural) consisten en una serie de programas (de altísimo consumo energético) y de máquinas interconectadas que procesan información, cuyos objetivos incluyen el reemplazo y mayor control centralizado de las actividades y habilidades humanas y de la naturaleza. 

Si bien es una tecnología que existe, de cierta manera, desde el siglo 19, a través de las máquinas textiles y de las primeras computadoras y calculadoras, lo nuevo en la Inteligencia Artificial del siglo XXI son al menos tres cosas: el fortalecimiento de redes neuronales (que existen desde la posguerra), la gigantesca cantidad de datos (a los que se denomina la Big Data) de los cuales dependen las redes neuronales, y las computadoras cada vez más rápidas. Esta  conexión REDES NEURONALES ↔ BIG DATA ↔ PROCESADORES ULTRAVELOCES, funciona con más y más energía. 

Para que las nuevas IA funcionen, se necesita colectar millones y millones de datos, almacenarlos en millones de computadoras ubicadas en Centros de Datos (que conforman la llamada “nube”), y procesarlos mediante algoritmos flexibles (que son fórmulas matemáticas que permiten hacer predicciones estadísticas).

Todos los días usamos las Inteligencias Artificiales: en los teléfonos celulares, en los programas de chat, en los buscadores como Google, en la generación de textos, imágenes, videos, en la transcripción de audios o en la traducción online. También en los programas asistentes virtuales, como Siri y Alexa, o la realidad virtual. Cada vez más las transacciones financieras, como las de criptomonedas o de activos digitales, usan IA; así como la biología sintética y vida artificial que buscan replicar las capacidades de animales y plantas. La policía en muchos lugares del mundo utiliza el reconocimiento facial o de la voz en el control y vigilancia de la sociedad. También aparece en procesos judiciales de varios países, o en los diagnósticos médicos. Una buena parte de las tareas humanas está siendo realizada por máquinas. La automatización se ha incorporado a la vida de casi todos los seres humanos y no humanos.

¿QUIÉN CONTROLA LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?

Hoy, unas pocas compañías dominan internet y el mundo digital (las Big Tech) entre las que están las estadounidenses IBM, Amazon, Facebook (Meta), Apple, Microsoft, Google (Alphabet) y las chinas Alibaba y Tencent. Los dueños de estas corporaciones están entre los hombres más ricos del mundo y han adquirido un poder enorme sobre la mayoría de las personas, y quieren hacerlo también sobre los territorios del planeta. Esto pudo ocurrir mediante el proceso constante de digitalización de la economía, de nuestras vidas, de la naturaleza; seguido del aumento exponencial del uso de plataformas digitales para el consumo a través de Amazon, Temu y otras compras online (con millones de despachadores en motos y bicicletas), el uso de Uber, y la incontenible digitalización de las transacciones comerciales y bancarias. Esto se disparó a partir de la pandemia y ha significado no solo la precarización del trabajo sino también una dependencia al sistema financiero y a los teléfonos celulares. Con el uso permanente del internet, nuestras vidas están constantemente vigiladas. 

Con el convenio del gobierno de Ecuador con Google seremos parte constante de esta vigilancia por parte de las Inteligencias Artificiales controladas por este monstruo tecnológico.

VIGILANCIA Y CONTROL

Uno de los usos de las IA es la colecta de información digital, por ejemplo para monitorear el desempeño de cada trabajador, su localización dentro de las fábricas, su productividad, el tiempo de pausas, es decir vigilar y controlar a los trabajadores mediante un manejo algorítmico.[1]

En algunos casos las computadoras serán las que evalúen y decidan si habrá despidos o no. Ahora mismo, Elon Musk está accediendo a la información de todos los servidores públicos en Estados Unidos, y de las cuentas del Tesoro público, con el fin de, mediante Inteligencia Artificial, hacer despidos masivos y recomendar a Trump que el dinero para salud, educación, desayuno escolar, apoyo a madres lactantes de bajos recursos, vaya a sus empresas. 

Se ha creado un lenguaje para hacernos creer que las máquinas “aprenden”, son “entrenadas”, “interpretan”, “ponderan”, “modelan”, “predicen”, se “comunican” con humanos, o son “Inteligencias” Artificiales. 

En realidad, son humanos quienes hacen las fórmulas y calculan, introducen toda la Big Data, corrigen sus “errores”. Es un trabajo subcontratado, principalmente en países del Sur con miles de humanos interpretando y corrigiendo lo que hicieron mal las IA. Son humanos quienes interpretan y hacen predicciones. Son ejércitos de personas mal pagadas quienes están detrás de todo proceso relacionado con las Inteligencias Artificiales. 

Además, estamos todas las personas comunes que alimentamos las bases de datos a través del uso de los teléfonos celulares, del ingreso de información biométrica en los bancos y en las instituciones públicas, la identificación de fotos y lugares, con los algoritmos de las “cookies” que aparecen en los sitios web, para obtener una visa, para pasar migración al llegar a Ecuador, etc. Últimamente, para que los usuarios podamos entrar al sitio web del IESS, se nos obliga a actualizar los datos de una manera biométrica. De esta manera, nuestra información está cada vez más online –y cada vez más, convirtiéndose en propiedad de las corporaciones, como Google. Por eso se dice que uno de los activos más valiosos de la economía mundial actual son los datos.

RACISMO Y DISCRIMINACIÓN CON LAS IA

No debemos olvidar que el grueso de la información de la Big Data es ingresado por humanos lo que ha resultado en que muchas de los resultados de las IA sean sesgadas, racistas, machistas, o discriminatorias[2]

Mucho se dice que las computadoras mediante IA reemplazarán a los humanos, pero esto nunca será posible porque el razonamiento humano y muchas de sus actividades son un proceso de historia y evolución biológica de al menos 5 millones de años, de relaciones sociales y relaciones con la naturaleza, sentimientos, sensaciones. Incluso podríamos decir que son procesos de 4.500 millones de años, desde que la vida existe en el planeta, ya que la inteligencia se deriva de la interacción entre las formas de vida y su medio ambiente desde el inicio.

Otros objetivos de la IA, aparte del control de los trabajadores, es la vigilancia social en general, y aunque pocos lo dicen, la guerra. Por ejemplo, la velocidad y crueldad con las que ocurrió el genocidio en Palestina no habría sido posible sin la IA de por medio.[3]

IMPACTOS ECOLÓGICOS DE LAS IA 

A más de los problemas mencionados, están también las implicaciones por el uso de minerales, tierras, agua y energía.[4]

Miles de hectáreas de tierra están siendo ocupadas para la instalación de los Centros de Datos en tierras fértiles, cuyo uso para fines agrícolas se pierde, o en áreas frágiles. La IA también necesita gigantescas cantidades de agua para enfriar los servidores que contienen miles de equipos electrónicos, en desmedro del agua para el consumo humano, la agricultura y el sostenimiento de los ecosistemas. Se calcula que, en un par de años, la IA requerirá 6.600 millones de metros cúbicos de agua. El ChatGPT para 10-50 respuestas usa un promedio de medio litro de agua.[5]

Por otro lado, para fabricar los millones de procesadores y computadoras, y tender los miles de kilómetros de cables de cobre para la interconexión que la IA necesita, se están extrayendo miles de toneladas de minerales por doquier, provocando graves impactos sociales y ambientales.

La nueva IA demanda cantidades obscenas de energía. Para satisfacer estas necesidades se están desviando ríos con fines de hidroelectricidad, así como para disponer de agua para enfriar los miles de procesadores en los centros de datos. También se están construyendo termoeléctricas, se instalan plantas de hidrógeno verde y se reabren viejas plantas de carbón.[6]  Incluso se ponen en funcionamiento centrales nucleares cerradas donde ocurrieron accidentes, y se considera construir nuevas plantas nucleares solo para los Centros de Datos, como lo anunció el dueño de Facebook. El crecimiento exponencial de la IA generativa (la de más succión de datos y energía)[7] es energívoro.

Si en el Ecuador se llegara al absurdo de instalar Centros de Datos, estos interferirán en el acceso al agua de poblaciones urbanas y rurales, y contarán con energía eléctrica en desmedro de la población, agravando la crisis energética que atraviesa nuestro país.

Otro problema de la IA es la generación de desechos electrónicos peligrosos de los millones de computadoras y servidores que rápidamente van quedando obsoletas. Las zonas aledañas a los Centros de Datos se contaminan con mercurio o plomo, además del uso de tierras para el depósito de chatarra electrónica[8] o su exportación a países del Sur.[9] Los nuevos tratados de libre comercio (TLC) o de inversión, suelen incluir ahora este tipo de negociaciones. Muchas áreas del planeta, tan lleno de basura plástica, pronto serán también inundadas por enormes cantidades de basura electrónica. Ecuador no puede permitirse ser parte de este futuro apocalíptico.[10]

Es urgente abrir un debate en el Ecuador sobre los peligros de las Inteligencias Artificiales, su sus impactos ecológicos, sobre los trabajadores, y sobre la vida de las personas. No basta con pedir que sea regulada, o que haya eficiencia energética. Los pueblos y la naturaleza están en grave peligro bajo el control de las inteligencias artificiales y de las corporaciones que las controlan.


[1] Un algoritmo es una secuencia finita de instrucciones matemáticas rigurosas.

[2] PREJUICIO CIFRADO. Documental en Netflix. https://www.netflix.com/search?q=coded&jbv=81328723

[3] https://www.elsaltodiario.com/analisis/israel-gaza-inteligencia-artificial-un-inquietante-precedente

[4] https://www.visualcapitalist.com/?s=data+centers

[5] https://www.theatlantic.com/technology/archive/2024/03/ai-water-climate-microsoft/677602/

[6] https://www.wsj.com/business/energy-oil/three-mile-islands-nuclear-plant-to-reopen-help-power-microsofts-ai-centers-aebfb3c8?mod=Searchresults_pos1&page=1

[7] https://www.vox.com/climate/2024/3/28/24111721/climate-ai-tech-energy-demand-rising

[8] https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9109239/

[9] Actualmente se calcula que hay 8 millones de centros de datos

[10] https://www.lawjournal.digital/jour/article/view/303/pdf_25

Compartir: