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A PROPÓSITO DEL DISCURSO DEL MANDATARIO VENEZOLANO…

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Luego de las declaraciones del Presidente Hugo Chávez quien planteara que Estados Unidos pudiese haber desarrollado una «tecnología para inducir el cáncer»,  al conocer que su homóloga, la argentina Cristina Kirchner se sumara al grupo de mandatarios latinoamericanos con este padecimiento, una ola de mensajes peyorativos y burlescos invadieron el escenario público.


Frente a la visión tradicional del modelo médico hegemónico que  reduce la comprensión de la enfermedad a sus manifestaciones biológicas, los movimientos y organizaciones latinoamericanas de salud colectiva hemos insistido en posicionar que las enfermedades están determinadas social y ambientalmente. NO ES CASUAL NI FORTUITO QUIEN PADECE UNA U OTRA ENFERMEDAD…

La aparición generalizada de nuevas pandemias: enfermedades degenerativas, autoinmunes y cromosómicas son el resultado directo de este modelo de “desarrollo”  y han sido escondidas bajo el perverso mensaje del Banco Mundial en el que se acusa a los pobres de ser pobres por ser ignorantes.[1] Se presenta así a la enfermedad y a la muerte como una consecuencia predecible de la ignorancia y la pobreza a la vez que se sostiene el mensaje de que las enfermedades son producto de la mala fortuna, que son puramente casuales e incontrolables.

Actualmente las enfermedades degenerativas como los trastornos cardiovasculares, la diabetes, el cáncer y los males respiratorios constituyen las principales causas de muerte a nivel mundial. Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alrededor del 12.5% de las muertes reportadas en el mundo se deben a algún tipo de cáncer. Hoy en día, más de 20 millones de personas sufren de cáncer y al 2020 serán más de 30 millones, siendo previsible que alrededor del 60% de estos casos afecten a población del Tercer Mundo[2].

Prueba de ello lo encontramos en la provincia de Sucumbíos-Ecuador en la que las comunidades afectadas por petróleo o las aspersiones aéreas del Plan Colombia tienen una incidencia de enfermedades degenerativas  severamente incrementada[3].

Ante esto, la reflexión con el discurso del mandatario venezolano debe transitar de la burla satírica a la oportunidad de desenmascarar cómo los mecanismos de discriminación social y ambiental determinan la presencia y prevalencia de las afecciones de salud.

Finalmente, las pandemias de VIH en los países africanos visibilizan el rol de los imperios farmacéuticos y su sometimiento a los intereses del capital operando bajo el mito de la incurabilidad de los padecimientos degenerativos que convierte a la medicina en tratamientos de por vida. ¿Alguna de las enfermedades de la modernidad tiene cura, es casual que todas tengan tratamientos paliativos eternos?


No sería la primera vez que Estados Unidos utilice su potencial científico y tecnológico para garantizar la mantención de su hegemoní, por ello,  quitarse la venda de los ojos trasciende de ser una opción posible a la única alternativa viable frente a un inminente colapso civilizatorio.


[1] Citado en Escobar A. “La invención del Tercer Mundo, Construcción y deconstrucción del Desarrollo”. Venezuela. 2007. Pp. 51 tomado de “International Bank, 1950: XV”.

[2] Citado en Veraza J, Et al: “Los peligros de comer en el capitalismo”, ITACA, 2007. Pp 223.

[3] Estos datos son reconocidos por el Informe de Evaluación Integral de las Iniciativas de Compensación Social del Proyecto de Reparación Ambiental y Social del Ministerio del Ambiente de Ecuador de Ecuador. Mayo 20010. Pp. 34-35. Ante esta situación el informe propone como alternativa de reparación la instalación de un dispensario SOLCA para la atención de los casos de cáncer.

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